TU HIJ@ SE NIEGA A CAMINAR

 Penelope Leach.

Especialista en cuidado de niños y escritora.


Muchos niños se niegan por completo a caminar cuando papi o mami caminan, pero corretean de un lado a otro, muy contentos, cuando papi y mami están sentados. 

Este comportamiento puede parecer una muestra de flojera o una desafiante oposición a la advertencia de que "es hora de volver a casa", pero rara vez responde a estas motivaciones. Andar, para los niños que acaban de aprender, no significa ir de un punto A a otro punto B, sino que suele seguir un patrón de idas y venidas para explorar el mundo, alrededor de un adulto que está quieto en un solo sitio. Si el adulto se mueve, su patrón se interrumpe; el/la niñ@ puede sentirse desconcertado, tirarse al suelo y gritar. 

Si sigues andando, quizás no te seguirá. Si regresas y lo tomas de la mano, puede que te siga durante unos pocos pasos, pero incluso con ese enlace físico quizás no querrá seguir caminando a la par tuya y te pedirá que lo cargues en brazos. Quiere que lo lleves porque hasta que no tenga cerca de tres años, ésta es la única forma en la que puede permanecer contigo en todo momento. 

Si tu hij@ no es capaz de caminar a tu lado trayectos largos y tú no quieres o no puedes llevarlo en brazos, la respuesta obvia es llevarlo sentado en un cochecito de paseo, aunque eso no sea lo que él quiere. Incluso cuando son capaces de caminar junto a otras personas, la mayoría de l@s  pequeñ@s tienen al menos algunos periodos en sus vidas en los que quieren que los lleven en brazos más a menudo de lo que los adultos quieren llevarlos.

Si lo llevas en brazos está cerca de ti y le estás abrazando, por lo que tiene una recompensa emocional. Además, ir en brazos tiene ventajas físicas que van más allá de aliviar sus piernas cansadas. Cuando tomas en tus brazos a tu hij@ su vista se expande y en lugar de ver piernas y ruedas, puede ver el mundo como tú lo ves.

Y para rematarlo, está por encima de cualquier cosa que pueda parecer peligrosa como perros que pasan, y puede ver las caras de los adultos y escuchar lo que se dicen unos a otros. 

No es de extrañar que le gusten los brazos, y por eso tienes que tratar de encontrar formas de hacer que caminar o llevarlo en cochecito de paseo, sea igualmente agradable para él. 

Caminar puede ser divertido y también seguro si dejas que se coloque delante de tí y empujas el cochecito de paseo con sus manos puestas entre las tuyas, o si hay partes seguras en las que pueden perseguirse o competir para ver quién corre más.

Ir en el cochecito de paseo puede ser divertido si tiene el asiento orientado mirando hacia ti y le cantas canciones, le haces bromas o muecas, o si el asiento mira hacia delante puedes pretender ser un caballo y pedirle a tu hijo que maneje "el carro". Cuando todo eso falle, y sólo quiera que lo lleves en brazos, intenta hacer turnos: "Te llevaré hasta ese árbol y luego tú caminas hasta la esquina...". ¿No hay árboles o esquinas? Intenta darle un límite numérico: "Voy a contar hasta 100 y luego te llevo en brazos un ratito." ¡Puede que incluso se distraiga antes de que llegues a 100!

TRANSLATE