GUÍA PARA IR AL BAÑO!!!

Algunos consejitos para controlar el pipí y la caca!!!

Para que el proceso de enseñar a tu hijo/a a ir al baño solito/a no se les dificulte mucho a ti y a tu niñ@, lee lo que suele funcionar y lo que no. Aquí algunas estrategias que les han funcionado a otros padres: 

Espera a que esté list@

Ten en cuenta que no hay una edad mágica en la que los niñ@s están listos para aprender a ir al baño solit@s. 


La mayoría de ellos habrá desarrollado las habilidades físicas y cognitivas necesarias entre los 18 y los 24 meses (aunque hay niñ@s que no están list@s hasta que tienen casi 3 años de edad, o incluso 4).


Si tu hij@ está viviendo cambios como la llegada de un hermanit@, entrar a la escuela, un viaje o cambio de casa, es mejor esperar a que su pequeño mundo esté de nuevo en calma antes de empezar. 


Una vez que hayas empezado, si no obtienes buenos resultados al cabo de varias semanas, eso significa que tu hij@ en realidad no estaba list@.


Espera algunas semanas o hasta que identifiques señales de que está list@, y vuelve a intentarlo.

Planéalo con antelación

Antes siquiera de salir a comprar el orinal o acople de baño, es bueno que pienses y planees cómo quieres llevar a cabo el entrenamiento.


Decide cuándo y cómo quieres empezar, qué harás cuando tu niñ@ tenga los inevitables "accidentes”, y cómo sabrás si es mejor abandonar el entrenamiento por el momento y volver a probar más adelante. 


IMPORTANTE 

Al principio márcale un horario para ir al baño, intenta averiguar cuando suele hacer caca, para adelantarte, siéntalo en el baño y tú hazle compañía y haz amena la espera, cuéntale un cuento o canta una canción repetitiva corta, sobre el pipí o la caca. (Puedes inventarla) solo una frase corta.


Pero aunque es bueno planear, también es importante recordar que tendrás que ser flexible. No hay forma de saber de antemano cómo le irá a tu niñ@, ni qué técnicas le funcionarán mejor. 


Ten en cuenta que, al igual que con la mayoría de las etapas importantes en el desarrollo de l@s niñ@s, el éxito no suele ocurrir de forma lineal, es decir, en constante marcha hacia una meta. 


Tu niñ@ podría empezar muy bien, y luego volver atrás en una etapa u otra del aprendizaje. 


Habla acerca de tu plan con el/la pediatra, las personas que lo cuidan. Cuando tengas un plan definitivo, asegúrate de que tanto tú como las demás personas que cuiden a tu niñ@ puedan seguirlo fielmente, excepto si hay retrasos inesperados y otros obstáculos, claro.

Ten paciencia y mantén la calma

Hay una serie de pasos para la retirada del pañal que tu hijo tendrá que superar, y esto es algo que puede llevar bastante tiempo. 

Puedes empezar por el braga/pañal.

Es cierto que algun@s niñ@s aprenden en pocos días, pero para otros el entrenamiento dura varias semanas, o hasta meses, sobre todo hasta que ya puedan dormir toda la noche sin pañales. 


No trates de apresurar a tu niñ@ (ni dejes que otros lo hagan) para que abandone los pañales más rápido de lo que puede.


Permítele que lo haga a su propio ritmo y que se acostumbre poco a poco a este nuevo y complicado proceso, y verás que avanza de una etapa a la siguiente de manera natural. 


Trata de motivarlo cariñosamente, recordándole que use su orinal o el inodoro (puedes usar unos asientos especiales que se colocan sobre la taza de baño), y halagándolo. Pero si tu hijo se retrae o retrocede, no insistas demasiado.

Elógialo cuando lo haga bien

A lo largo de este proceso, tu hijo buscará en ti señales de aprobación y reconocimiento —los llamados "refuerzos positivos"— por sus logros.


Cada vez que tu niñ@ trate de usar su orinal o de hacer en la taza del baño, o dé el siguiente paso en su entrenamiento (aunque no lo logre por completo), dile que lo está haciendo bien y que te enorgulleces de él. 


Pero no exageres porque si lo elogias desmesuradamente le puedes poner nervios@ y aumentar su miedo de fallar, lo cual puede provocar más "accidentes" y retrasos.

Prepárate para los "accidentes"

Es muy probable que tu hij@ tenga muchos accidentes antes de que aprenda a usar el orinal a la perfección. No te enojes ni lo regañes cuando gane el pipí o la caca.


Recuerda que hasta hace muy poquito tiempo tu hij@  aún no había desarrollado completamente sus músculos, y por lo tanto no tenía el control necesario para lograr contener sus necesidades. Y eso sucederá sí típicamente alcanza sus hitos de desarrollo en la edad recomendada o un poco antes. 


Con el tiempo, tu peque se volverá muy competente, pero mientras esté aprendiendo, lo mejor que puedes hacer es limpiarlo calmadamente cuando se equivoque y sugerirle que la próxima vez trate de usar su orinal. 


Usa nuestra guía, que te ayudará a reconocer las señales de que tu hij@ está list@ para aprender a ir al baño solit@.

LA IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS Y EL ORDEN EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA

Encontrar las cosas en el mismo lugar permite al niño anticipar situaciones que ya fue conociendo y explorando. Recordar la colocación de los materiales le ayuda a orientarse en el ambiente.

Encontrar las cosas en el mismo lugar permite al niño anticipar situaciones que ya fue conociendo y explorando.

Los espacios y materiales de juego tienen una gran influencia en el aprendizaje para la infancia. Mantener el orden en los espacios de juego puede llegar a convertirse en un verdadero problema. Lo que quizá no sepamos es que detrás de ese orden que todos ansiamos y que nos preocupamos por mantener en casa, se esconden otros aprendizajes. Según María Montessori: “Es necesario que el niño encuentre orden y estabilidad en su entorno, ya que su construcción la está realizando a partir de los elementos que le rodean”. Por tanto, el orden se presenta como una de las necesidades fundamentales durante la infancia.

Por ello las rutinas en el tiempo ayudan a los niñ@s a situarse y le permiten anticiparse a una acción. Les aporta tranquilidad y seguridad.

Por medio de las rutinas diarias, saben que esperar, por ejemplo; esperar con seguridad que sus padres los recogerán en el centro infantil y evitar así la ansiedad, de no saber lo que pasará.

SEPARACIÓN E INDEPENDENCIA

Tu recién nacido no tiene sentido de su individualidad; cree que, mamá y él son dos en una sola persona y no se da cuenta de que las manitas y piececitos que se mueven frente a él son los suyos. Con el tiempo, a medida que se desarrolla mental y físicamente, irá comprendiendo que él también es una persona separada, con su propio cuerpo, pensamientos y sentimientos. Lógicamente, también querrá hacer las cosas a su manera.

Cuándo comienza el sentido de la individualidad de tu bebé se desarrolla progresivamente, con el paso de los años. 

A los 6 ó 7 meses, el bebé comienza a percibir que está separado de ti y que lo puedes dejar solo. Aquí se inicia normalmente la ansiedad para con los extraños, que puede durar hasta bien entrado el segundo año de vida.

Pero una vez que el bebé se hace más sociable y confía en que vas a volver aunque lo dejes en la escuela infantil, podrá evolucionar e ir forjando su propia identidad. De hecho, para cuando empiece a caminar, esa nueva independencia puede ser tan fuerte que incluso cause algunos problemas. El querer las cosas "como yo lo diga" es la causa de muchos berrinches y rabietas.

Cómo se desarrolla

12 a 18 meses

En esta etapa de la vida la aventura del auto descubrimiento inicia y se da una transformación entre ser una persona indefensa y empezar a ser independiente. Esto trae un período de cambios de humor y problemas de comportamiento. Pero si entiendes las razones que tienen las acciones de tu hij@, te será más fácil sobre vivir la etapa. 

Tu pequeñ@, que dependía totalmente de tí, ahora tiene la capacidad física y mental para explorar por si mismo. Para él/ella moverse es una aventura y seguramente se siente dueñ@ del mundo. Todos estos cambios son muy rápidos pero irá conociendo sus límites, al tratar de escalar un sillón, por ejemplo o cando no sepa bajarse de un mueble. En ese momento, tu hij@ se da cuenta de que no lo tiene todo resuelto y se frustra o se asusta, pero hay un valor en ello, está desarrollando su individualidad. 

Tu hij@ ha aprendido que es una persona separada de tí y que puedes dejarlo. Sin embargo aún tienen la capacidad para saber con certeza que regresarás, por eso, es posible que se inquiete si te pierde de vista. Esta ansiedad de separación puede ir y venir en los siguientes años, normalmente tiene su pico a los 18 meses y tiende a desaparecer para los 3 años.

TU HIJ@ SE NIEGA A CAMINAR

 Penelope Leach.

Especialista en cuidado de niños y escritora.


Muchos niños se niegan por completo a caminar cuando papi o mami caminan, pero corretean de un lado a otro, muy contentos, cuando papi y mami están sentados. 

Este comportamiento puede parecer una muestra de flojera o una desafiante oposición a la advertencia de que "es hora de volver a casa", pero rara vez responde a estas motivaciones. Andar, para los niños que acaban de aprender, no significa ir de un punto A a otro punto B, sino que suele seguir un patrón de idas y venidas para explorar el mundo, alrededor de un adulto que está quieto en un solo sitio. Si el adulto se mueve, su patrón se interrumpe; el/la niñ@ puede sentirse desconcertado, tirarse al suelo y gritar. 

Si sigues andando, quizás no te seguirá. Si regresas y lo tomas de la mano, puede que te siga durante unos pocos pasos, pero incluso con ese enlace físico quizás no querrá seguir caminando a la par tuya y te pedirá que lo cargues en brazos. Quiere que lo lleves porque hasta que no tenga cerca de tres años, ésta es la única forma en la que puede permanecer contigo en todo momento. 

Si tu hij@ no es capaz de caminar a tu lado trayectos largos y tú no quieres o no puedes llevarlo en brazos, la respuesta obvia es llevarlo sentado en un cochecito de paseo, aunque eso no sea lo que él quiere. Incluso cuando son capaces de caminar junto a otras personas, la mayoría de l@s  pequeñ@s tienen al menos algunos periodos en sus vidas en los que quieren que los lleven en brazos más a menudo de lo que los adultos quieren llevarlos.

Si lo llevas en brazos está cerca de ti y le estás abrazando, por lo que tiene una recompensa emocional. Además, ir en brazos tiene ventajas físicas que van más allá de aliviar sus piernas cansadas. Cuando tomas en tus brazos a tu hij@ su vista se expande y en lugar de ver piernas y ruedas, puede ver el mundo como tú lo ves.

Y para rematarlo, está por encima de cualquier cosa que pueda parecer peligrosa como perros que pasan, y puede ver las caras de los adultos y escuchar lo que se dicen unos a otros. 

No es de extrañar que le gusten los brazos, y por eso tienes que tratar de encontrar formas de hacer que caminar o llevarlo en cochecito de paseo, sea igualmente agradable para él. 

Caminar puede ser divertido y también seguro si dejas que se coloque delante de tí y empujas el cochecito de paseo con sus manos puestas entre las tuyas, o si hay partes seguras en las que pueden perseguirse o competir para ver quién corre más.

Ir en el cochecito de paseo puede ser divertido si tiene el asiento orientado mirando hacia ti y le cantas canciones, le haces bromas o muecas, o si el asiento mira hacia delante puedes pretender ser un caballo y pedirle a tu hijo que maneje "el carro". Cuando todo eso falle, y sólo quiera que lo lleves en brazos, intenta hacer turnos: "Te llevaré hasta ese árbol y luego tú caminas hasta la esquina...". ¿No hay árboles o esquinas? Intenta darle un límite numérico: "Voy a contar hasta 100 y luego te llevo en brazos un ratito." ¡Puede que incluso se distraiga antes de que llegues a 100!

TRUCOS PARA NO PERDER LA PACIENCIA CON L@S NIÑ@S

De Jesús Falcón.


La paciencia es vital, porque cuando nos dirigimos a l@s niñ@s est@s necesitan ver que estamos absolutamente convencidos de lo que decimos y que por ese mismo motivo somos capaces de decirlo seren@s, sin perder los nervios. Además, nos permite mantener una conexión profunda y significativa con nuestr@s hij@s y hacerles ver que perder las formas nunca es el camino adecuado. Pero a veces es difícil ser paciente cuando l@s hij@s lo cambian todo de sitio y no devuelven nada a su lugar, cuando intentan coger todo en el supermercado, cuando rompen uno de nuestros objetos de la casa favoritos, cuando no quieren comer…y es especialmente difícil cuando ya hemos acumulado mucho estrés o angustias previas por el trabajo o cualquier otro problema familiar. Y es esa dificultad la que hace que perdamos los nervios, que explotemos, que peguemos gritos…y que al final nos sintamos mal por no haber sabido comportarnos ante los más peques, repitiendo eso mismo que a ellos/as les reprochamos.

La crianza de los hij@s es complicada, y eso nadie lo duda, pero debemos procurar minimizar nuestras presiones diarias y nuestro nivel de estrés, para que no sean precisamente l@s niñ@s l@s que nos hagan estallar, ya que son l@s que más cariño y buenas palabras necesitan. Además, no podemos olvidar que l@s niñ@s también luchan continuamente contra sus emociones, que aún no son capaces de manejar, y de poco servirá decirles que deben hacerlo si luego observan cada día que los adultos tampoco son capaces de enfrentar ni controlar las suyas propias.

Debemos darnos cuenta, por tanto, de la importancia que tiene el estar en sintonía con las emociones de los más peques, ayudándoles a calmarse y a desarrollar habilidades y valores tan importantes en la vida como la empatía. L@s niñ@s pequeñ@s no tienen el cerebro y el sistema nervioso aún totalmente desarrollado, por lo que para ell@s comportarse adecuadamente o mostrar madurez emocional puede ser algo todavía muy complicado, casi imposible. Por eso los padres deben servir como modelos y mostrar el camino a sus hij@s de la calma y de la resolución de problemas en paz. Esa paciencia, además, es la que hace que l@s niñ@s se sientan segur@s y aprendan a tener autoconfianza e interés por hacer las cosas cada día mejor.

Pasos para lograr mantener la paciencia con los niños

• Esto no solo te pasa a ti

Es importante que siempre tengas en cuenta que esto no solo te pasa a ti y que les sucede a todos los padres del mundo. Además, el ánimo que se tenga justo en ese momento influirá mucho también en tus reacciones. Si has tenido un mal día, no trates de dártela de súper mamá o papá y relájate, que tú también te lo mereces.

• Aléjate por un momento

Si ocurre algo que te saca fuera de tus límites, simplemente aléjate de la escena por un momento sin decir nada. Dirígete al baño, por ejemplo, y aléjate durante 5 minutos, lávate la cara y cuenta hasta diez. Vuelve solo después, cuando ya hayas encontrado de nuevo la calma y tu respiración sea normal.

• Empatiza con la frustración de tus hij@s

Presta toda la atención del mundo a tus hij@s, aunque estés haciendo algo justo en ese momento. Ell@s se sienten frustrad@s cuando no consiguen lo que desean y eso hace que se comporten mal o se salgan de los límites, pero salirse con la suya nunca debe incluir el ser o no escuchados, pues esperan de ti que les ayudes a encontrar esa calma perdida.

CÓMO ESTIMULAR EL DESARROLLO MOTOR DE TU HIJ@

Escrito para BabyCenter en Español

Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en Español.

 

Si tu hij@ es como la mayoría de los pequeños de entre 1 y 3 años de edad, está lleno de energía. Tiene un deseo enorme de estar en movimiento, tocar y agarrar cosas, y explorar su entorno porque (¡por fin!) puede hacerlo. 

Aunque parezca un torbellino de movimiento sin dirección, los peques usualmente desarrollan sus habilidades físicas en una secuencia predecible, “afirma Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y el comportamiento en el Hospital infantil Schneider de Nueva York”.

De igual manera que los bebés ruedan antes de gatear, los niños de entre 1 y 3 años se desplazan por la habitación, apoyándose de objeto en objeto antes de caminar sin apoyo, y generalmente trepan antes de saltar con ambos pies. 

Pero la rapidez con la que los niñ@s progresan varía considerablemente. Puedes hacer muchas cosas para estimular los avances de tu hij@. Prueba estas sugerencias, divididas en diferentes áreas de habilidades: 

Empujar y estirar. Si aún está aprendiendo a caminar, los juguetes para empujar y estirar son perfectos para tu niñ@.

Una vez que tu pequeñ@ aprenda que sus piernas son la clave de la movilidad, le encantará usarlas para ir de un lado a otro...

Lanzar y atrapar. Las pelotas de distintos tamaños (para lanzar, atrapar o rodar) desarrollan la coordinación ojo-mano.

Trepar y mantener el equilibrio. Una de las cosas que les encanta hacer a los niños de entre 1 y 3 años es usar su nueva habilidad de caminar y llevarla un poco más lejos.

Correr y saltar. A los niños les encanta correr y saltar, pero lograr que ambos pies se levanten del suelo al mismo tiempo es más difícil de lo que muchos recordamos.

Nadar y chapotear. Jugar en el agua es una forma excelente de mejorar la coordinación y ayudar a tu hij@ a sentirse cómod@ con su cuerpo, pero es importante observar bien las señales de tu hij@ cuando empieza a jugar en el agua.

NUESTRA MANERA DE ENSEÑAR, EL COLEGIO INFANTIL JESÚS MI AMIGO!!

Propuestas para el desarrollo de la conciencia fonológica 


Para leer y escribir los niñ@s deben poder reconocer los sonidos que forman las palabras y establecer las correspondencias con las letras. Si un niñ@ no reconoce los sonidos que están en las palabras, ¿cómo sabrá con qué letras representarlos para escribir?

La conciencia fonológica se refiere, precisamente, a la capacidad de reconocer los sonidos y las secuencias de sonidos que forman las palabras (Borzone y Signorini, 2002).

Al escuchar una palabra, por ejemplo, perro, los niños no piensan en los sonidos que la componen (/p-e-rr-o/), sino en lo que quiere decir, en un perro en particular. Sin embargo, lo que escribimos es lo que decimos. Las letras representan los sonidos que pronunciamos. Para aprender a leer y escribir los niñ@s tienen que darse cuenta de que las palabras están formadas por sonidos y que las letras que escribimos representan esos sonidos.

Además, los niñ@s tienen dificultad en descubrir que las palabras están formadas por sonidos porque al pronunciarlas, los sonidos se articulan juntos (cuando decimos mesa, al pronunciar la /m/ ya colocamos la boca para decir /e/; no decimos cada uno de los sonidos por separado). Como no los pueden distinguir en su propia articulación, entonces, no pueden establecer las relaciones entre éstos y las letras. Debido a ello cuando los niñ@s pequeñ@s están aprendiendo a escribir y a leer es necesario ayudarlos a que piensen sobre las palabras que usan: cómo suenan, cómo se dicen, ya que eso les permite realizar aprendizajes fundamentales.

Cuanto antes entiendan que las letras representan los sonidos que pronunciamos, más rápido pueden aprender a leer y a escribir y menos dificultades van a tener.

Muchos niñ@s leen y escriben algunas palabras de memoria antes de haber desarrollado las habilidades involucradas en la conciencia fonológica. Esta estrategia, frecuente en los momentos iniciales del proceso de alfabetización, permite que los niñ@s  lean y escriban una cantidad limitada de palabras.

Después, cuando se dan cuenta de que el habla está formada por sonidos, desarrollan conciencia fonológica y cuando aprenden algunas de las correspondencias entre las letras y los sonidos, avanzan más allá de la lectura y la escritura de memoria y empiezan a analizar las palabras (identificar qué sonidos conforman las palabras) para leerlas y escribirlas.

Por eso, en nuestro Centro, es importante que relacionen las letras con una imagen, cuantas más etiquetas encuentren en su entorno, mejor relacionarán la escritura con la lectura y el habla. 

(Amparo Teruel, maestra de Educación Infantil en el Colegio Infantil Jesús Mi Amigo II)

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